Bienvenidos a las historias del nómada.

Siempre me ha gustado escribir historias y que otros las lean. También contarlas, escucharlas, leerlas, vivirlas... Historias para reír, para pensar, quizás para llorar... Historias al fin y al cabo de las que están hechas nuestras vidas.

Me pareció buena idea aprovechar este lugar para lanzar al viento algunas de las que he vivido, en cualquiera de los dos mundos, el real o el imaginario (igual de real, porque ambos pueden considerarse también imaginarios).

Bonita sensación la del que arroja una botella al mar con un mensaje, que no sabe donde irá y quien llegará a leerlo.

Aquí va mi botella, quizás alguna vez hasta sepa donde llegó...



jueves, 15 de septiembre de 2011

Confesiones

Voy a aprovechar esta historia después del parón que he tenido en el blog para hacer algunas confesiones. Primero quiero disculparme por haber ralentizado la dinámica que llevaba de ir publicando casi semanalmente. Ha sido por... qué más da, las excusas son excusas y no cambian lo que ya ha sucedido.

Hay momentos que me bloqueo al escribir y no sé por donde tirar. A veces salen historias divertidas y otras veces siento la necesidad de contar cosas algo más profundas, quizás incluso útiles para alguien. En ocasiones simplemente escribo lo que me va saliendo, como ahora…

Varias personas me animan a escribir un libro, lo que creo que es y quizás sea siempre mi asignatura pendiente. Bueno, una de ellas, seguro que tengo un montón aunque no se me ocurran (para lo del niño, se me pasó la paella entera).

Empecé con el blog, para obligarme a escribir con continuidad y a lo mejor desde ahí… Un libro, ¿os imagináis tener un libro escrito?. No un libro digital, uno en papel, encuadernado, con su tacto, con su olor… Poder cogerlo y que pese… Y si encima ya sirviera para algo…

Un libro contando las “Aventuras y pensamientos de un aprendiz de Nómada” o las conversaciones con Pekepo, o la vida de “9” un personaje que todavía no conocéis y que te ayuda a cambiar la vida simplemente con sus trozos de papel escritos, o buceando en el “Planeta India” o ayudando a conectar con la Paz interior, o escribir la historia donde un viejo sadhu me ayudó a montar una empresa, o plasmar las nuevas ideas que siguen viniendo… Un libro…

Lo confieso… ¡no sé por donde agarrarlo! No sé si debe tener un tono profundo, educativo o sólo ser divertido. No sé si utilizar sesudos aprendizajes indios o simplemente divertidas anécdotas de viajes… No sé si se puede mezclar todo. No sé si un libro que te hace reír lo puedes tomar en serio como para extraer algún conocimiento de él. En realidad, ni siquiera sé si me atrevo a agarrarlo, a agarrar esa responsabilidad…

Un libro…


San Agustín del Guadalix. Septiembre 2011