Bienvenidos a las historias del nómada.

Siempre me ha gustado escribir historias y que otros las lean. También contarlas, escucharlas, leerlas, vivirlas... Historias para reír, para pensar, quizás para llorar... Historias al fin y al cabo de las que están hechas nuestras vidas.

Me pareció buena idea aprovechar este lugar para lanzar al viento algunas de las que he vivido, en cualquiera de los dos mundos, el real o el imaginario (igual de real, porque ambos pueden considerarse también imaginarios).

Bonita sensación la del que arroja una botella al mar con un mensaje, que no sabe donde irá y quien llegará a leerlo.

Aquí va mi botella, quizás alguna vez hasta sepa donde llegó...



martes, 19 de abril de 2011

Conecta con tu Paz interior

Esta es una historia diferente, porque es para comunicaros algo. Con muchos de vosotros, que realmente no sé cuantos ni quienes sois, el único modo de contactar es por aquí y, como creo que a algunas y algunos os puede resultar interesante, aprovecho este canal.

Voy a empezar a hacer unos talleres que llamo, en principio, “Conecta con tu Paz interior”. El título explica claramente de qué se trata.

Parto de una premisa, todos tenemos paz en nuestro interior. En realidad es Paz, con mayúscula, porque no es nuestra, es compartida por todos.

Esa Paz la hemos ido recubriendo toda nuestra vida, consciente o inconscientemente, de un montón de capas. Experiencias, pensamientos, emociones, situaciones que hemos considerado buenas o malas… Además de toda la carga heredada que traemos, por haber nacido en una determinada familia, lugar, etc.

De hecho hay maestros indios que cuestionan totalmente “el libre albedrío”. Realmente ¿Qué libertad de elección tenemos si estamos totalmente condicionados desde nuestra genética hasta la sociedad en la que nos hemos ido desarrollando?

Y son esas capas las que nos impiden la conexión con nuestra Paz, por eso hemos olvidado lo que realmente somos.

Desde mi punto de vista sólo conectando con esa Paz interior, que recibe multitud de nombres diferentes, nos salimos de esa rueda que ahora nos parece obligatorio seguir y empezamos a guiarnos por la voz de la intuición, que en la India dicen que es la voz del Maestro en tu interior.

Lo que pretendo con este taller es abrir una ventanita que atraviese esas capas y te permita asomarte a lo que realmente eres. Y a partir de aquí, es cosa tuya…

Utilizo tanto mis aprendizajes en la India como herramientas como el coaching, que cuestiona creencias, opiniones, prejuicios… y la meditación.

Si te interesa, contáctame en: arey@elnomada.es


San Agustín del Guadalix. Abril 2011

sábado, 9 de abril de 2011

El rinconcito de un minuto

Necesito que me regales un poco de tu espacio y un poco de tu tiempo, sólo el rinconcito de un minuto… Sólo el espacio en el que quepa esta frase, sólo el tiempo que tardas en leerla.

Porque esta puede ser la más bella historia jamás leída, pero eso depende de ti, porque leer depende del lector, escribir cualquiera puede haberlo hecho... Hay tantas cosas que dependen de nosotros, sólo de nosotros y nos empeñamos en negarlo…

Ya he ocupado el espacio que te pedía y ya ha pasado el tiempo que necesitaba. Ahora decide si aceptas esta responsabilidad. Porque de ti depende la belleza de la historia, como tantas veces depende de ti la belleza de las cosas que te rodean y te empeñas en no ver. Quizás sólo sea cuestión de aprender a mirar…

Si te he convencido y continuas leyendo, seguimos con la historia.

Esta puede leerse de dos formas, con los ojos o con el corazón. Si la lees con los ojos puede gustarte o no, te parecerá bonita o sólo una historia más. Pero si lo haces con el corazón, este se abrirá un poquito y eso es algo que te aseguro que a todos nos viene muy bien.

Porque hay historias, personas, situaciones…. que nos abren el corazón. El corazón que está situado en el lado derecho, el que pertenece al mundo que se ve mejor con los ojos cerrados, que no es lo mismo que el que se ve dormido…

Analiza las cosas que te pasan y me darás la razón. Quizás tú lo llames de otra forma y no lo relaciones con ese corazón mágico del que te hablo, pero esos momentos especiales todos los vivimos y sentimos. Y nos revuelven por dentro porque son… tan buenos.

Y está escrita en la India, ¿qué mejor lugar que este país donde existe un buen montón de palabras para llamar al amor y en cambio, con una sola, dicen ayer y mañana? Que lección sobre lo realmente importante, el amor y el ahora…

Sólo es la historia de un buscador, que eligió la India para encontrar. Y encontró lo que buscaba, mirando una vaca, pelando una naranja y observando un palo que se llevaba la corriente…

Mirando la vaca, aprendió paciencia, ternura, tranquilidad, paz…
Pelando la naranja se dio cuenta de que nunca se había fijado en un detalle tan nimio como es el pelar una fruta y disfrutó haciéndolo.
Y el palo llevado por la corriente le enseñó como vivir. El palo puede empeñarse en parar toda esa agua y sufrir por no conseguirlo o ser un importante palo que ayuda al río a llegar al mar…

En realidad lo que encontró fue una forma de buscar diferente. Aprendió que en las cosas más sencillas está la verdad. Al fin, comprendió que todo es fácil.

Si has leído con los ojos, podrás pensar que sólo es una tonta historia que además invita a conformarse con lo que tenemos, pero si has leído con el corazón, habrás comprendido bien, porque has leído en el mismo lenguaje en el que fue escrita.


Risikesh. Diciembre 2006

sábado, 2 de abril de 2011

Un vaso de arcilla

Imaginemos un vaso lleno de agua y con un poco de arena en el fondo. Si movemos el vaso, la arena prácticamente no se mueve, aunque el agua lo hace violentamente. Si vamos, poco a poco, añadiendo arena, le vamos robando espacio al agua. Cuanta más arena echemos, menos turbulencia podemos causar en el interior del vaso, aunque lo continuemos moviendo. Cada vez podremos influir en una menor parte de él, porque sólo la parte del agua es sensible a las perturbaciones. Llegará un momento en que el vaso estará completamente lleno de arena y ya no quedará agua. Esa arena mojada solidificará en arcilla y permanecerá inmutable. Sólo ha podido suceder, cuando ya no queda ni gota de agua, entonces puede secar la arena y convertirse en un sólido bloque.

Si el vaso somos nosotros, el agua serían todas aquellas cosas que nos rodean, que nos parecen importantes, y que continuamente nos mantienen en tensión (positiva o negativa). La arena es el conocimiento que se obtiene siguiendo el camino interior. Avanzando en este camino, se va dejando menos espacio a la preocupación por las cosas cotidianas. La arena, lo sólido, va ganando terreno y afianzando el vaso, afianzándonos a nosotros.

Si continuamos reduciendo el espacio que dejamos para las preocupaciones (para el agua…), este se hará tan pequeño que, suceda lo que suceda, nos inquietará muy poco. Y cuando ya no quede ni un poquito de líquido, ya nada podrá afectarnos. Y me refiero, incluso, a la enfermedad, a la muerte… absolutamente a todo.

Esto no significa que seguir este camino deba suponer una ruptura con el mundo que nos rodea, significa, simplemente, verlo de otra forma, desde otro prisma. Desde la absoluta tranquilidad.

El camino interior… aquel en el que vamos poniendo arena, poco a poco o a paladas, en nuestro vaso, de tal forma que cada vez menos cosas podrán llegar a influirnos.

Quizás eso sea la iluminación, completar un vaso de arcilla…


Risikesh. Julio 2005