No
sé qué es la realidad. Ya hablé de ello aquí hace unos años (http://historiasdelnomada.blogspot.in/2010/12/realidad.html)
Supongo que depende de a quién le preguntes. Aquí, en la India, dicen los
maestros que lo que nosotros entendemos por realidad , simplemente es maya, la ilusión cósmica. Es decir todo
esto es una película (¿os suena Matrix?), en la que todos somos actores y, como
también dicen ellos, solo algunos de esos actores saben que lo son. Eso sí,
pese a que saben que solamente interpretan, no dejan de hacerlo, continúan en
su papel hasta el final. Claro que como son conscientes de ello no se ven
atrapados por dramas, miedos, alegrías, etc. Los viven, los representan y
continúan su vida sin más.
La
realidad de aquí, la de los no maestros, la de los que no saben que son
actores, es muy cruda. La India es muy dura para mucha gente, es muy dura para
las mujeres y más todavía para los pobres (si ya juntas ambas condiciones,
imagina). Acabo de enterarme, de la peor manera posible puesto que es un amigo
el que está atrapado, como funcionan los “créditos personales”. El prestamista
te da una cantidad de dinero a devolver en 100 días y con un interés del 20%
(no anual, en esos días). Se va pagando a diario. Es decir, te prestan 30000
rupias, tienes que devolver 36000 y lo vas haciendo con 360 rupias diarias. El
“banquero” se va pasando por los lugares en los que se le debe, recibiendo esas
pequeñas cantidades, algo inteligente puesto que es la única manera de
garantizar más o menos la devolución. Normalmente llega un momento que no lo
puedes afrontar y pides otro crédito, en las mismas condiciones, para pagar el
primero o para pagar lo que necesitas para vivir o para tu negocio. Si, de
repente, un golpe de suerte o de habilidad te hace tener dinero, no puedes
cancelarlo, mejor dicho, si puedes pero pagando el interés completo. Mi amigo
tiene tres. Todavía no sé que pasa si no pagas…
De
la cruda realidad de algunas mujeres ahora no tengo fuerzas ni para contarla,
quizás lo haga, quizás no, pero a veces comprendo que todavía hay rabia dentro
de mí, incluso que podría explotar en algún momento… Empecé a escribir una
historia llamada “Todavía puedo matar”, pero no seguí con ella, no valía la
pena. Hablaba de esa absurda disyuntiva que a veces se usa en modo de juego: Si
tuvieras a tiro a Hitler antes de a 2ª guerra mundial ¿Apretarías el gatillo?
Yo llevaba mucho tiempo pensando que no sería capaz de matar, en lo más profundo
de mí lo sigo pensando, pero no siempre estoy en lo más profundo de mí.
La
cruda realidad también nos la hemos encontrado en este viaje con el nuevo dinero.
El gobierno decidió el 8 de noviembre, de un día para otro, que los billetes de
500 y de 1000 rupias ya no eran válidos. Hay un plazo para ingresarlos en tu
cuenta en el banco (no cambiarlos) y con un límite por persona. La idea no es
mala puesto que con ello se pretende acabar con gran parte del dinero negro y
falso que circula por aquí. El problema es que son unos billetes de uso común,
no es como si quitaran en España los de 200 y 500 €, algo que tantas veces se
dijo que se haría en Europa para que saliera de los escondite. Además, el
dinero nuevo en billetes de 2000 y de 500 rupias no se ha distribuido por todo
el país… En fin, gran caos e interminables colas en bancos y cajeros para poder
sacar algo de dinero, con un límite de 2000 rupias. Cuando digo interminables,
aquí son colas de días, para poder acceder a tu dinero. El “corralito indio”. Y lo que suele pasar es
que al llegar tu turno se ha acabado el dinero. Ese que, repito, es tuyo y
necesitas para comer, comprar, etc.
Un
mes y medio después de la medida, los billetes de 500 todavía no han llegado,
así que cuando se consigue algo de dinero en billetes de 2000 nadie tiene
cambio. Así que hay poco gasto y los pequeños comercios se resienten. Han
salido curiosas imágenes en la tele de gente quemando dinero antiguo o
tirándolo al Ganges. Eso es que les sobraba. También hay ya mucho negocio
montado alrededor del dinero antiguo, mafias que lo cambian, bancos que también
lo hacen, aunque sea ilegal, cobrando el 30%. En fin India se paraliza unos
minutos pero enseguida vuelve a ser la India.
La
gente más humilde que conocemos, aunque perjudicada de inicio, están contentos
con la medida puesto que piensan que va afectar más a los ricos que tienen
mucho dinero negro y que el gobierno está consiguiendo una mayor igualdad. Yo
pienso que ojalá tengan razón, es más un deseo que una realidad, ya que a los
amigos que tengo con pasta no los veo muy preocupados. Dicen que en un futuro no
muy lejano el dinero en la India desaparecerá, pretenden que todos los pagos
sean electrónicos, con tarjetas o smartphones. Hay gente que no sabe ni lo que
es una cosa ni la otra, así que no sé como lo harán. Uno de los primeros pasos que
se dieron fue que cada indio tuviera una cuenta corriente y eso se va
consiguiendo. Un poco a la fuerza, claro.
Ha
afectado también mucho a todos los que viajan por la India. Al llegar al
aeropuerto no se podía cambiar ni sacar dinero en ningún lado, puesto que no
había. Solo quedaba un sitio donde la gente esperaba horas para tratar de
conseguir 2000 rupias. Nosotros tuvimos suerte, o más bien amigos, y decidimos
irnos directamente a nuestro pueblo. Aquí nos cambiaron todo lo que
necesitamos, perdimos bastante en el cambio y ganamos mucho en tranquilidad.
Más
cruda realidad. Corrupción en todos los lugares. En hospitales, ministerios,
cualquier administración pública, ashrams… no sé si en todos, pero cada vez que
oigo de alguien que tiene que hacer algo con la administración, debe pagar un
extra. Todo está organizado para que tengas que pasar por ahí, ya que la vía
oficial es la misma, quiero decir la misma gente. Así que lo ponen lo
suficientemente difícil para que tengas que ir por la otra. Los indios lo saben
y pagan, cuando pueden, pagan. Se perpetúa un sistema en el que se benefician
los que tienen algún poder y se perjudican, como siempre, los más pobres. Y
digo algún poder, ni siquiera mucho poder, porque muchos se aprovechan del que
está debajo aunque este sea paupérrimo. Claro que es más fácil sacar beneficio
de muchos pobres que de un solo rico ¿no?
Más.
Domino´s Pizza, en Dehradun, la capital del estado de Uttrakand, donde vivimos.
Pedimos unas pizzas en casa de un amigo, llega el motorista y dice 1890 rupias,
voy a pagar y mi amigo me dice que no hasta que llegue la factura que el
mensajero ha olvidado. Mi amigo le hace ir a por ella y cuando llega, sorpresa,
1180 rp. No nos habían aplicado las ofertas en vigor de la cadena pizzera. También
habían modificado un número del móvil de mi amigo para que no le llegara el
ticket por SMS… Una cadena internacional y en la capital del estado.
Cómo
ha cambiado la realidad de Laxmanjhula estos años. Llevamos trece inviernos viniendo.
Antes abundaban los sadhus de distintas y extrañas sectas y los peregrinos que
venían de diferentes rincones de la India, vestidos con ropas y ornamentos
característicos de su lugar de procedencia, ahora es el turismo de la clase
media india la que invade el lugar, haciendo rafting entre otras cosas. Los tridentes
de los sadhus que antes se veían en el puente que cruza el río se han cambiado
por palos de selfie. También hay muchos menos de los humildes peregrinos que realizaban
largos viajes para bañarse en la sagrada Ganga.
Cuando
llegamos en 2004 había tres profes de yoga, ahora hay cientos y multitud de
salas y ofertas de cursos para formar nuevos profesores. Más y más. Todo es más
y más. Construcciones, hoteles, pensiones, restaurantes, tiendas, gente… A
veces me siento sobrepasado por la nueva situación, aún viniendo en la época
supuestamente más tranquila del año. Será un síntoma de la edad (si existiera
el tiempo…), el echar de menos realidades pasadas.
Y
debajo de todo, como ese silencio que siempre está aunque lo perturbemos con
palabras y sonidos, permanece la esencia de este lugar. Un lugar en el que
habitaron los Rishis (los más grandes sabios). Donde se respira el aire de los
Himalayas y la Ganga fluye limpiando todo lo que haya que limpiar. Donde la
presencia pasada, presente y futura (si el tiempo existiera…) de grandes yogis
eleva el nivel de conciencia universal haciéndonos comprender que, más allá de
la cruda realidad, afortunadamente existe la REALIDAD.
Rishikesh. Diciembre 2016