Bienvenidos a las historias del nómada.

Siempre me ha gustado escribir historias y que otros las lean. También contarlas, escucharlas, leerlas, vivirlas... Historias para reír, para pensar, quizás para llorar... Historias al fin y al cabo de las que están hechas nuestras vidas.

Me pareció buena idea aprovechar este lugar para lanzar al viento algunas de las que he vivido, en cualquiera de los dos mundos, el real o el imaginario (igual de real, porque ambos pueden considerarse también imaginarios).

Bonita sensación la del que arroja una botella al mar con un mensaje, que no sabe donde irá y quien llegará a leerlo.

Aquí va mi botella, quizás alguna vez hasta sepa donde llegó...



sábado, 9 de abril de 2011

El rinconcito de un minuto

Necesito que me regales un poco de tu espacio y un poco de tu tiempo, sólo el rinconcito de un minuto… Sólo el espacio en el que quepa esta frase, sólo el tiempo que tardas en leerla.

Porque esta puede ser la más bella historia jamás leída, pero eso depende de ti, porque leer depende del lector, escribir cualquiera puede haberlo hecho... Hay tantas cosas que dependen de nosotros, sólo de nosotros y nos empeñamos en negarlo…

Ya he ocupado el espacio que te pedía y ya ha pasado el tiempo que necesitaba. Ahora decide si aceptas esta responsabilidad. Porque de ti depende la belleza de la historia, como tantas veces depende de ti la belleza de las cosas que te rodean y te empeñas en no ver. Quizás sólo sea cuestión de aprender a mirar…

Si te he convencido y continuas leyendo, seguimos con la historia.

Esta puede leerse de dos formas, con los ojos o con el corazón. Si la lees con los ojos puede gustarte o no, te parecerá bonita o sólo una historia más. Pero si lo haces con el corazón, este se abrirá un poquito y eso es algo que te aseguro que a todos nos viene muy bien.

Porque hay historias, personas, situaciones…. que nos abren el corazón. El corazón que está situado en el lado derecho, el que pertenece al mundo que se ve mejor con los ojos cerrados, que no es lo mismo que el que se ve dormido…

Analiza las cosas que te pasan y me darás la razón. Quizás tú lo llames de otra forma y no lo relaciones con ese corazón mágico del que te hablo, pero esos momentos especiales todos los vivimos y sentimos. Y nos revuelven por dentro porque son… tan buenos.

Y está escrita en la India, ¿qué mejor lugar que este país donde existe un buen montón de palabras para llamar al amor y en cambio, con una sola, dicen ayer y mañana? Que lección sobre lo realmente importante, el amor y el ahora…

Sólo es la historia de un buscador, que eligió la India para encontrar. Y encontró lo que buscaba, mirando una vaca, pelando una naranja y observando un palo que se llevaba la corriente…

Mirando la vaca, aprendió paciencia, ternura, tranquilidad, paz…
Pelando la naranja se dio cuenta de que nunca se había fijado en un detalle tan nimio como es el pelar una fruta y disfrutó haciéndolo.
Y el palo llevado por la corriente le enseñó como vivir. El palo puede empeñarse en parar toda esa agua y sufrir por no conseguirlo o ser un importante palo que ayuda al río a llegar al mar…

En realidad lo que encontró fue una forma de buscar diferente. Aprendió que en las cosas más sencillas está la verdad. Al fin, comprendió que todo es fácil.

Si has leído con los ojos, podrás pensar que sólo es una tonta historia que además invita a conformarse con lo que tenemos, pero si has leído con el corazón, habrás comprendido bien, porque has leído en el mismo lenguaje en el que fue escrita.


Risikesh. Diciembre 2006

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