Bienvenidos a las historias del nómada.

Siempre me ha gustado escribir historias y que otros las lean. También contarlas, escucharlas, leerlas, vivirlas... Historias para reír, para pensar, quizás para llorar... Historias al fin y al cabo de las que están hechas nuestras vidas.

Me pareció buena idea aprovechar este lugar para lanzar al viento algunas de las que he vivido, en cualquiera de los dos mundos, el real o el imaginario (igual de real, porque ambos pueden considerarse también imaginarios).

Bonita sensación la del que arroja una botella al mar con un mensaje, que no sabe donde irá y quien llegará a leerlo.

Aquí va mi botella, quizás alguna vez hasta sepa donde llegó...



miércoles, 5 de enero de 2011

La Boda (Planeta India)

Las 11 en punto, la hora señalada y… ni el tato. Ni el tato, ni el cura que debía casar a los también ausentes novios.

Me invitaron, por primera vez, a una boda cristiana en la India. Era en una Iglesia Metodista. Y no, no tenía ni idea de lo que era una iglesia metodista, pero ahora tampoco. Toda la misa fue en hindi, así que me enteré de lo mismo que cuando iba a clase de Biostadística.

Sí que vi alguna diferencia con nuestras clásicas bodas, por ejemplo que había 4 curas en lugar de uno (no sé si por el metodismo o por los 1200 millones de indios) y que llega tarde todo dios. A las once y cuarto llegó una señora, a y media llegó un grupito y el novio apareció a las doce y diez. La novia, a la una, con dos horas puntuales de retraso.

Pero nadie se sorprendía ni preocupaba, claro. Estábamos en una iglesia, pero prevalecía el Planeta India. Yo llamé al novio pensando que me había equivocado de día o de lugar… Y me dijo que es que iban un poco tarde… Todos.

Una vez que empezamos me di cuenta de un interesante detalle, el único que iba vestido con el traje indio clásico, el kurta, era el único guiri de la ceremonia, o sea mi menda. El resto, de traje y corbata. La novia de blanco inmaculado (el color, ella no lo sé). ¿Qué si iba guapa? No lo sé. Nunca he sabido si las novias van guapas, a mí me parece que todas van iguales. Hay para algunas cosas que ya sé que no tengo criterio. Nunca elijo lámparas, ni manteles, por ejemplo. Y con las novias me pasa lo mismo. ¿Qué si era guapa? No. Para eso si tengo criterio.

El resto de la boda si que fue igual que las españolas, en el convite había cinco veces más personas que en la iglesia. Y yo creo que al guiri del kurta le hicieron tantas fotos como a los novios (él también iba de traje y corbata, el cabrón).

En las celebraciones de las bodas indias prevalece la cantidad sobre la calidad. Se invita a muchísimas personas (400 invitados es un número normalito, tirando a pequeño) y, aunque la comida suele ser muy buena, la puesta en escena es del tipo “a maricón el último”. Se pone un gran buffet con diferentes platos (digo diferentes entre sí, porque en todas las bodas son los mismos) y se da la salida. El pueblo indio es muy paciente casi siempre, pero no para comer. En ese momento tienes dos opciones, o esperas que pase la primera horda y te arriesgas a que se acabe el papeo o te unes al mogollón y que sea lo que Shiva quiera.

En esta boda, al igual que en la mayoría que se celebran por aquí, los novios sólo se habían visto un par de veces antes de la ceremonia. Es lo que llaman “matrimonio arreglado”, frente al “matrimonio por amor”. Las familias se ponen de acuerdo y los chicos se casan. Aquí se dice que en Occidente primero llega el amor y luego la boda y en la India primero llega la boda y luego el amor. En realidad está relacionado con la importancia que se da en uno y otro sitio a la pareja frente a la familia. Aquí la relación de pareja no es la más importante.

En todas las bodas que he estado, todos se divierten menos los novios. No he visto una sola foto de boda india (y he visto unas cuantas) con los novios sonriendo. Ella se va a vivir a casa de la familia de él (con los suegros, los hermanos y las hermanas que no se hayan casado) y a él se le acaba la libertad que hasta ahora tenía. ¿Quién va a sonreir?

En las celebraciones se monta un pollo espectacular. El novio pasea a caballo blanco, yegua en realidad, con un montón de músicos tocando con volumen ensordecedor y con una calidad también ensordecedora. Además hay unos cuya profesión no sé como explican a los amigos. Me dedico a llevar un farol encima de la cabeza y pasear con él por el pueblo ¿y tú? Yo tiro de un carro con un megagenerador para dar luz a los capullos que lleváis los faroles…

Tampoco faltan, como en toda boda que se precie, el grupo de borrachos bailando como locos. Todo esto en movimiento por las calles de la ciudad o pueblo. Los trajes de los invitados parece que son los de su padre, que le saca cuatro tallas y trabaja en un circo... Las mujeres en cambio van muy elegantes con sus saris y sus joyas.

Como las bodas se celebran en la temporada que los astrólogos consideran auspiciosa, hay momentos que hay miles de bodas a la vez. En el mismo pueblo te puedes encontrar con un montón de procesiones, con su tío serio montado en yegua, sus portafaroles, el del generador y los invitados vestidos de gaby y fofó.

En mi boda metodista no hubo estas cosas, sí que hubo señoras preguntándome que a qué iglesia iba yo y diciéndome que Jesús era “superpower”, un encargado del banquete que se dio cuenta, equivocadamente, de quien era el único que le podía dar propina (no porque tuviera cara de rico, creo que más por cara de pringado) y le faltó meterme la cucharita en la boca… Me recordaba al de “La boda del monzón” así que no podía parar de reirme cuando se acercaba. (El que no haya visto la peli que se vaya a verla y luego siga leyendo). Y también hubo una “ceremonia de la tarta” cuya duración fue acorde con la espera inicial. Así que cuando llegó la comida, el asalto habitual se convirtió en un duelo a muerte, pero yo tenía a mi solícito encargado que peleaba por mí… Después de mis 20 rupias de propina y ver como las miraba, decidí no pedir nada más, porque el escupitajo en el café de camarero descontento creo que es internacional.


Risikesh. Diciembre 2010

2 comentarios:

  1. Comer no se si comerías, pero aburrido no estuviste !!!. Aquí en Madrid también se ha instalado un circo, pero no dan de comer...

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  2. Alfredo, chico, qué bien cuentas las cosas. Ya estoy esperando tu próxima historia. Un besazo para los dos!

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